El 2 de julio de 1987, pasaba a la eternidad mi admirado Jorge Falcón.
Lo hacía demasiado joven.
Luis Iglesias, su verdadero nombre, había nacido en el barrio de Parque Chacabuco el 15 de octubre de 1949 y pasó por distintas formaciones como Tango 5, Buenos Aires 5, las orquestas de Jorge De Luca y Gabriel Clausi, pero sin dudas la gran carta de presentación, que lo llevó a la fama fue haber cantado en la orquesta del Maestro Héctor Varela.
El siempre querido Falcon fue tremendamente aplaudido y aceptado por el público tanguero también en su etapa como solista, alentada incluso por el mismo Varela que sabía que ese muchachito no necesitaba de su orquesta para triunfar.
En esa nueva etapa grabó acompañado por la orquesta de Ernesto Rossi (Tití), y por la de Raúl Plate, y ahí llegó ese diamante hecho canción llamado “El amor desolado” de Alberto Cortez y José Dicenta Sánchez
Sólo se fue físicamente… está siempre presente en sus preciosos discos, en las divertidas anécdotas a quienes compartieron escenarios con él y en su hijo Adrián, que hoy continúa trabajando por su arte y con su ejemplo, apoyando a muchos artistas.
Comparto su bella versión de «Cuando estemos viejos».
Con la bella pluma de Julio Martín y la música del gran Dany Martin
«Y verás, mi vida
Que miente el espejo
Pues seremos novios…
Cuando estemos viejos…»