Con fecha de estreno en 1841, en la Ópera de París, Giselle es compuesta por Adolphe Adam. Si bien el primer acto no es original de este compositor y se cree que se incorporó por Ludwig Minkus.
La bellísima oreografía original es obra de Jules Perrot y Jean Coralli
El ballet de Giselle se estrenó en la Ópera de París con gran éxito.
Se basa en una historia De L’Allemagne del alemán Heinrich Heine y es el ballet romántico por excelencia ya que muestra los dos entornos contrapuestos, el entorno aldeano y humano y el entorno sobrenatural.
La protagonista, Giselle, es una joven campesina que se enamora de un joven, Albrecht, el cual es en realidad un noble que esconde su identidad al enamorarse de ella. Sin embargo, es descubierto por la familia de su prometida y Giselle acaba cayendo muerta por el dolor convirtiéndose en una Wili.
El siguiente acto se centra en un mundo fantasmal en el que las Wilis reciben a Giselle, según una leyenda eslava son los espíritus de novias abandonadas que atraen a los hombres que se acercan y les obligan a danzar hasta morir.
La imagen mítica del ballet Giselle es el largo tutú de color blanco. Se dice que para una bailarina representar Giselle es como representar Hamlet para un actor de teatro, pudiendo encarar el personaje desde diferentes interpretaciones, enfatizando la melancolía hasta apasionamiento, la frialdad en el segundo acto la frialdad de una Wili no le impide ayudar a su amado a evitar un destino fatal.
Comparto esta hermosa representación por parte de nuestra Marianela Nuñez con el gran bailarín ruso Vadim Muntagirov… mucho arte!!!