El modelo educativo tradicional no ha conocido otras alternativas que desafiaron su posición bien consolidada hasta que otro actor importante se ha hecho espacio en la escena del sector educacional y ese ha sido el e-learning o aprendizaje online. Para que el público se adapte a la novedad de este sistema ha necesitado su tiempo.

Detrás de la controversia que ha generado la aparición de los cursos online, muy pocos de sus detractores se han preguntado: ¿qué es lo que realmente hace fallar a este tipo de plataforma educativa? Sorprendentemente, la respuesta no ha sido relacionada con el medio online en sí, que muchas veces queda desacreditado delante de las ventajas de los cursos presenciales, sino con otro elemento mucho más importante: el contenido de los vídeos.

Para aclarar más el tema, el grupo de MIT del Laboratorio de Inteligencia Artificial y Ciencias de la Computación han analizado los datos proporcionados por la plataforma educativa online edX, dirigida por el mismo instituto y la Universidad de Harvard.

La información recabada ha permitido llevar a cabo una investigación sobre los hábitos de visualización de más de 100.000 estudiantes a lo largo de 6.9 millones de sesiones vídeo. El principal objetivo del estudio ha sido el de medir el nivel de implicación del alumno analizando el tiempo de visualización que cada uno dedica al vídeo y comprobar si al final de la sesión este soluciona los problemas propuestos.

Las principales conclusiones a las que ha llegado el MIT sobre los cursos online han sido las siguientes:

· Los vídeos cortos son más interactivos y crean un nivel de implicación mayor: la brevedad es un ele-mento clave en conseguir mantener viva la atención del alumno por eso es recomendable que los vídeos no pasen de los 6 minutos de duración.

· La diversidad visual es más efectiva: se ha demostrado que la alteración de diapositivas con imágenes de una persona que las explica tiene mejores resultados que en el caso de una presentación PowerPoint estática.

· El ambiente informal gana más la fidelidad de los usuarios: se ha observado que los vídeos grabados en un entorno informal son mejor recibidos que los vídeos que suponen un presupuesto elevado.

· El dinamismo visual de las presentaciones atrae más la atención del usuario: el movimiento y la fluidez visual combinada con improvisaciones en el discurso ayudan a que el tutorial sea más interesante.

· La adaptación de los vídeos para la plataforma on-line es esencial: el estudio ha revelado que la calidad del vídeo no tiene mucha importancia si no se tiene en cuenta el formato de la plataforma a la que va dirigido.

· La rapidez y la dosis de entusiasmo del discurso influye más en la receptividad del vídeo: los profesores consideran que la mayor implicación se produce cuando hablan a 254 palabras por minuto.

· La necesidad de pausas durante la presentación verbal del contenido: los participantes necesitan tiempo para asimilar los conocimientos aprendidos.