Las imágenes que acompañan la bella música del grupo irlandés U2 (With or without you – Con o son ti) pertenecen a la película «Orgullo y prejuicio» (Pride & Prejudice).
Es una película británica del año 2005 del género romántico, basada en la novela homónima de Jane Austen publicada en el año 1813.
La prosa de la novela de 1813 de Jane Austen es vivaz, y antes del film de Wright había tenido muy buenas adaptaciones (la primera data de 1940, con guion de Aldous Huxley y Jane Murfin), pero no una que captara en toda su plenitud a esa joven con el dinamismo que se puede apreciar en esa primera y extraordinaria escena.
«Orgullo y prejuicio» es la historia de dos personas que aprenden a amarse con todas sus debilidades y fortalezas.
La película, basada en un guión de Deborah Moggach, fue producida por Working Title Films y dirigida por Joe Wright.
Adaptar nuevamente a Jane Austen, una empresa complicada que asume Joe Wright como director y Deborah Moggach como guionista, y un excelente elenco actoral, logran sacar hacia delante en «Orgullo y prejuicio» gracias no solo a una adaptación tan al pie de la letra como personal en la concepción visual de Wright, moderna y clásica al mismo tiempo, sino porque han apostado por algo que, normalmente, suele olvidarse: el humor del texto original.
No estamos ante una comedia, evidentemente, pero sí ante una narración en la que el drama siempre encuentra su contrapunto en una cierta ligereza cómica (entendiendo esta ligereza como algo positivo) que hace de «Orgullo y prejuicio» una apuesta diferente, que sorprende por su atrevimiento.
Wright, por su parte, construye una puesta en escena excelente, con unos magníficos movimientos de cámara, con estilo y un preciosismo que, extrañamente, no molesta en absoluto. El director reformula el cine de corte histórico inglés y lo moderniza.
Lo mejor de la película creo que es la meticulosa dirección de Joe Wright y su complicidad tras la cámara con una bella Keira Knightley resplandeciente.
“Orgullo y prejuicio” nos enseña que el amor puede ser más fuerte que cualquier otro sentimiento negativo…
Una frase cargada de emoción en la obra de Jane Austen que viene a mi memoria: “La vanidad y el orgullo son cosas distintas, aunque muchas veces se usen como sinónimos»
“Soy la mujer más feliz del mundo. Muchas otras personas lo habían dicho antes, pero no con tanto fundamento como yo”, dice la protagonista en palabras de Austen.
Honesta, intempestiva, en movimiento…todo comienza por Lizzie… y todo termina con ella.