«La música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio»
El gran escritor francés Víctor Hugo nos legó esta reflexión y cuánta razón tiene.
Todos sabemos que la música es un lenguaje universal capaz de despertar emociones y sensaciones únicas.
La ciencia ha podido establecer que los ritmos musicales estimulan diferentes áreas del cerebro.
De hecho, una investigación de la Universidad de La Florida sugiere que los ritmos musicales ofrecen más activación cerebral que cualquier otro estímulo conocido.
Dentro de los principales efectos positivos están los siguientes:
Fortalece el aprendizaje y la memoria.
Regula las hormonas relacionadas con el estrés.
Permite evocar experiencias y recuerdos.
Incide sobre los latidos, la presión arterial y el pulso.
Modula la velocidad de las ondas cerebrales.
Se ha comprobado también que la buena música fortalece el sistema inmunológico y se traduce en mejor salud… no por nada las vacas dan más leche cuando se les ponen las sonatas de Mozart!!! (si, está comprobado).
Tampoco es azaroso el hecho de que las plantas florezcan más cuando hay música de fondo… la clave está en encontrar el ritmo que nos pueda favorecer en cada situación específica, de manera que podamos sacarle todo el partido a nuestro favor.
Por último, no debemos olvidar el impacto de la música en nuestras emociones… la mayoría de nosotros ha recurrido a ella para promover ciertos estados emocionales como la alegría o la tristeza.
De hecho, un estudio demostró que escuchar música mientras conducimos puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo. Además, se comprobó que el rendimiento de conducción en situaciones de alta demanda no se ve afectado negativamente por la música.
La música, la música!!!…sin darnos cuenta, a veces acudimos a la música buscando un contenedor para sentimientos que nos abruman, un lugar donde puedan desbordarse libremente sin dañar a nadie.
Otras veces nos reunimos para bailar y hacer que los ritmos musicales marquen el de la fiesta.
También buscamos las melodías para tranquilizarnos, o para estudiar o trabajar… felizmente, cualquiera sea la razón, la música siempre está!!!.
Como no cantar con mis admirados suecos de ABBA, «Gracias por la música»!!!.