«El hombre es hijo de la tierra y de su paisaje. Mi música y mi canto están cumpliendo con esa necesidad, casi instintiva, que alberga mi ser». Eduardo Falu.
Mi querido viejo le gustaba y le admiraba tanto!!!.
El 9 de agosto del año 2013, pasaba a la eternidad una figura basal de nuestro folclore: el gran Eduardo Falú.
Fue el autor de obras fundamentales del repertorio folclórico… sirvan como ejemplos la bella «La tonada del viejo amor», que ahora comparto, y la «Zamba de la Candelaria», entre tantas.
Eduardo Yamil Falú, nació un 7 de julio de 1923, en El Galpón, un pequeño pueblo ubicado a 150 km de Salta Capital.
Su carrera artística comenzó en su provincia, se extendió en Buenos Aires y en territorios tan disímiles como: Europa, Rusia, y Japón.
Compuso música para cientos de poemas. Especialmente, para los de Jorge Luis Borges, Jaime Dávalos, León Benarós, Manuel Castilla, y Alberico Mansilla.
Siendo un poco más específico en su profusa obra, podemos contar con: Romance para la muerte de Juan Lavalle, en creación conjunta con el escritor Ernesto Sábato, Preludio y Danza , Variaciones de Milonga , Villancicos , Trémolo , La Cuartelera , Zamba de la Candelaria , La Volvedora , Tiempo de Partir , Tonada del Viejo Amor , entre otras… una de las más relevantes fue la Suite Argentina para Guitarra, Cuerdas, Clavecin y Corno, estrenada y grabada con la Camerata Bariloche.
Se casó con Aída Nefer Fidélibus y tuvo dos hijos: Eduardo y Juan José, quien es, como su padre, un gran guitarrista.