Me recibí en la UBA, de médico veterinario, en 1983. Luego de una breve experiencia en el extranjero, siempre ejercí mi profesión en el país. Me dedique a la producción bovina (actividad que me apasiona), en la Provincia de Entre Ríos, a la que sigo vinculado. Allí soy un micro productor rural, en el pueblito de Don Cristóbal II.

En Buenos Aires ejerzo la práctica privada en animales domésticos. Soy un lector tenaz, y confieso que la lectura me ayudó a superar malos momentos. En estos momentos leo muchos ensayos: historia argentina, filosofía, historia de las ideas, judaísmo, economía y sociología rural, son áreas de mi interés. De más joven fui un gran consumidor de ficción argentina. Creo que después de Borges y Cortázar, va a ser muy difícil que me atraigan los nuevos autores. Mi acercamiento a la filosofía académica fue a partir de unos seminarios privados que dictó la Prof. Esther Díaz, sobre M. Foucault. Actualmente me faltan pocos finales para terminar la carrera.

Pero la vida no solo es trabajo y lectura, me gusta bailar tango y hace varios años que practico defensa personal.

Vivo en CABA, pero viajo mucho a ER, y al campo. Me gusta sentir el contraste entre Buenos Aires y el silencio de la pampa. Me detengo en los últimos kilómetros del camino vecinal de tierra que lleva a mi campito, para ver un zorrino, o unas lechuzas siguiendo atentamente mi recorrido. Y luego recorro 30 kms, me detengo en la estación de servicio de Crespo, último modelo, con wifi, restaurante con las camareras vestidas al estilo fast food , todo muy cool y fashion , y me doy cuenta de la distancia que hay entre esos dos mundos. Y lo bueno que sería para nuestro país que se acercaran. Lo mismo pasa con la brecha entre ciencias duras y humanidades. Tal vez estoy intentando conjugarlas, por lo menos en mí. Pero creo que la tarea me queda abismalmente grande.